El armario de una mujer, el armario de dos mujeres el armario de tres mujeres el armario de cuatro mujeres, el armario de mil mujeres. Los secretos, las bragas, las cositas pequeñas, los trajes de noche, los disfraces de calle y las fiestas de disfraces, los restos de mis vidas pasadas, el vestido que compramos para salir dentro de dos semanas, el compás de espera entre dieta y dieta, la dignidad perdida y hallada dentro de unos zapatos de marca, las prendas que nadie quiere tirar, la ropa fea y la que sienta mal, los pantalones ajustados, las hombreras, el dobladillo y la bata de seda.
El tiempo que pasa entre talla y talla, el orden y el desorden por colores y alfabético, las puntillas, las alhajas, las postales pegadas en las puertas, son de gente con la que ya no hablas. Las cosas que estaban lejos de repente están en el segundo cajón. Los objetos perdidos los he colocado en la balda, así me llevo sorpresas cuando toqueteo a tientas.
Esto que ahora es mío no te lo presto, ¿Cuántos pañuelos tengo? No me caben más…
Prefiero estar desnuda a enseñar mi armario. Y que silencio dentro, cuando era pequeña siempre pensaba en él como el escondite perfecto, pero ahora cierro las puertas porque de noche da miedo.
Lo que significan las cosas que aparentemente no significan nada. De la tienda a casa, el regalo, el hallazgo, la construcción de uno mismo pedazo a pedazo, las horas muertas o vivas probando y probando. Lo que significan las cosas cuando significan algo, los huecos que quedan en su lado del armario, las historias que no cuentas, los amantes de chiste y los que ya no existen. Ojalá que te vayas y dejes espacio para guardar todo lo que no me dejas guardar.
Las polillas según dicen, se comen las tripas de los armarios, pero de estos no han tocado nada todavía. Que lujo tener de todo, que rabia no tener de todo. En realidad nunca tengo suficiente.
¡Qué viva la copla! Aquí están mis más antiguos deseos, quería tener este traje y ahora lo tengo. Mi trabajito me ha costado, no que va, a mi me lo regalan. Fui la primera, y aquí lo guardo. Mira, fui la última y aquí lo guardo.
Que raro es guardarte en un armario que no es tuyo. Por favor tráeme las cosas más feas, las que me importen menos, que no voy a estar aquí mucho tiempo. Guarda los tubos, las agujas, las fresas que tienen muchas vitaminas y más hierro que las lentejas. Guarda la ropa con la que he llegado que me iré con ella puesta, mirando hacia otro lado como si esto nunca hubiera ocurrido. Hecho de menos mis cosas, las he cosido yo todas.
Lleno lo que no puedes ver, las partes que tienes que completar, los espacios que contienen nada. Abres las puertas y allí están los tesoros, aunque te laves, te planches, te acicales o te pintes la cara, si me pierdes no tienes nada. ¿Qué es?…el arma-rio.
Estado de la calle Limón en Nuevo Baztán
Hace 2 años
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